Al no tener una causa clara no se ha podido desarrollar todavía una cura definitiva para la dermatitis atópica.
Por ello, a la hora de cuidar las pieles atópicas nos hemos de centrar en combatir sus síntomas y evitar la exposición a los factores que pueden desencadenar brotes.
Combatir los síntomas de la dermatitis
El eccema y el picor son los síntomas más característicos de la dermatitis atópica. Para combatir estos síntomas es básico hidratar con frecuencia la piel aplicando productos emolientes, básico como tratamiento del ezcema atópico.
Así, reforzamos la barrera cutánea y espaciamos en el tiempo la aparición de brotes.
Solo cuando aparezcan lesiones se deberán tratar con fármacos, principalmente corticoides tópicos en crema o en pomada.
Prevención y cuidado de la piel
La dermatitis atópica en sí no se puede prevenir, pero un buen cuidado de la piel puede contribuir a espaciar la aparición de brotes y reducir la necesidad de utilizar corticoides.
Para reforzar la barrera que forma la piel frente a los agentes externos y compensar la pérdida de agua, que es mayor en las pieles atópicas, es recomendable mantener la piel muy bien hidratada aplicando productos emolientes con frecuencia.
En los bebés resulta muy conveniente aprovechar el momento posterior al baño para extender deforma generosa una buena crema hidratante, por ejemplo.
También es importante mantener la piel limpia. Para ello hay que evitar los productos que contienen jabón y utilizar productos emolientes o syndet (limpiadores sin jabón).
Cuando sequemos la piel, se debe hacer presionando suavemente una toalla que no rasque contra la piel, sin frotarla.
Cómo utilizar una crema para la dermatitis atópica
Es aconsejable repetir la aplicación del emoliente cada vez que notemos la piel reseca o tirante, o si va a estar expuesta a condiciones climáticas adversas como el frío, la lluvia o el sol.
Antes de la aplicación de la crema es conveniente lavarse las manos, para no introducir gérmenes, y luego coger la cantidad que vamos a usar y dejarla en una superficie limpia e ir cogiendo de allí pequeñas cantidades para que nos sea más fácil de extender por la piel.
La crema se debe aplicar suavemente en la dirección del crecimiento del vello y sin restregar.
Dentro de las gamas de productos para el cuidado de la piel podemos encontrar distintas presentaciones:
- cremas,
- lociones,
- pomadas,
- aceites.
Se diferencian entre sí por su contenido de grasa y agua. En general, cuanto más grasiento mejor funcionará y menos conservantes necesitará, pero también son más pringosos.
Por ejemplo, las pomadas se suelen reservar para las zonas más resecas y se aplican por la noche, mientras que las cremas, algo más ligeras, son más convenientes para usar durante el día y en áreas que tengan la piel fina. Finalmente, las lociones están pensadas para áreas con pelo.
Algunos productos incluyen además ingredientes que permiten prevenir la aparición de infecciones, como la microplata.
Tratamiento de los brotes de piel atópica
Antiséptico de uso tópico
El uso de una crema con microplata, como la de la gama Multilind® con microplata, evitará que las lesiones se infecten por bacterias que habitan normalmente la piel, como Staphylococcus aureus. Además, este producto es hidratante gracias a su alto contenido en aceite de onagra y aceite de jojoba, por lo que protege la piel y la calma.
Si aparece un brote más severo, que no puede controlarse con los productos habituales, deberá acudirse a la consulta de su especialista para que lo valore y decida si es necesario prescribir un tratamiento.
Cremas o pomadas con corticoides
En estos casos, cuando aparece el eccema o lesión el tratamiento más habitual son los corticoides aplicados por vía tópica en forma de cremas o pomadas. La pomada con corticoides reducen la inflamación y el picor, con lo que se reduce el rascado y las lesiones no se agravan tanto.
Según su potencia se pueden clasificar en 4 grupos, de débiles a muy potentes. La elección del corticoide dependerá de la edad, las dimensiones de la superficie y área a tratar, y la gravedad de la lesión.
Inmunomoduladores tópicos
Para aquellas personas que no responden al tratamiento con crema con corticoides para piel atópica o que no pueden usarlos existe otra opción, los inmunomoduladores tópicos:
- tacrolimus, y
- pimecrolimus.
Aunque se deben utilizar bajo supervisión médica y solo en mayores de 2 años en los que los corticoides no funcionen o no se puedan usar.
En resumen, mejor prevenir que curar, como se suele decir. Establecer unas rutinas de limpieza y cuidado de la piel, usando productos adecuados para pieles atópicas nos ayudará a prevenir la aparición de eccemas y reduciremos nuestra exposición a fármacos como los corticoides.
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