La piel es el órgano más extenso y superficial de nuestro organismo, pero seguro que hay muchas cosas que desconocéis acerca de nuestro gran manto cutáneo. ¿Sabíais que en una persona adulta la piel mide aproximadamente 2m2 y pesa unos 5kg? La piel se renueva cada 28 días y cada minuto pierde células muertas que junto con otras partículas y fibras forman el polvo de casa. Además, sobre nuestra superficie cutánea viven 182 especies diferentes de bacterias. Todo esto son datos curiosos de un órgano fundamental para poder vivir. Pero, ¿cuáles son sus verdaderas funciones? ¿De qué se encarga nuestra piel?
Funciones de la piel
- Función barrera
- Termorregulación
- Protección frente a radiación ultravioleta
- Sentido del tacto
- Secreción de sustancias
- Función estética
Una de las funciones más importantes de nuestra piel es la de ejercer de barrera para impedir la entrada de microorganismos, protegerla de las agresiones ambientales y mantener la hidratación de la piel.
Además, la piel ejerce un papel fundamental en la regulación de la temperatura corporal. El principal mecanismo termorregulador es el aumento o disminución del flujo de sangre que llega a la superficie cutánea, mediante la dilatación o constricción de los vasos sanguíneos. Cuando hace calor aumenta la circulación sanguínea hacia la piel, los vasos se dilatan y la piel se enrojece. En cambio, cuando hace frío disminuye la circulación, los vasos se contraen y la piel se vuelve más pálida. Las glándulas de sudor localizadas en la piel también ayudan a regular la temperatura corporal. Cuando sudamos se evapora el agua de la superficie de la piel y perdemos calor, con lo que desciende la temperatura corporal.
La piel también nos protege frente a la radiación ultravioleta del sol. Recordad que la radiación solar supone una agresión para la piel de la cual se defiende generando melanina, que dará el color moreno a nuestra piel.
A la piel llegan prolongaciones nerviosas sensitivas para dotarnos del sentido del tacto, pero también del dolor, de la presión y de la sensación de frío/calor.
A través de la piel se eliminan sustancias como sudor y sebo gracias a las glándulas sudoríparas y sebáceas.
Por último, la piel ejerce un papel fundamental en nuestro aspecto físico y nuestra socialización con las personas que nos rodean.
Y ¿qué ocurre, si como en la dermatitis atópica, se altera la piel? Pues que lógicamente también se alteraran sus funciones. En la dermatitis atópica especialmente se ve alterada la función barrera de la piel y, por tanto, será una piel más vulnerable a los microorganismos, a las agresiones ambientales y tendrá una mayor tendencia a la deshidratación.
Considero que es importante, que conozcáis y valoréis las funciones que tiene la piel para daros cuenta de la importancia de mantenerla sana y cuidada.
Dra. Cristina Eguren
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