Existen varios mitos o falsas creencias en torno a la dermatitis atópica. Uno de ellos es aquel que dice que las personas con piel atópica no pueden bañarse en la piscina. Como muchos otros mitos, este también resulta ser falso.
Las personas con dermatitis atópica sí pueden bañarse en la piscina, salvo en casos muy graves, aunque es importante ducharse al salir de la piscina y hidratar bien la piel con cremas emolientes como las de la gama Multilind® después de la ducha.
Cloro de la piscina en la piel
Creemos que era necesario aclarar esto ahora que llega el calor y a todos nos apetece remojarnos, ya sea en la playa o en una piscina. ¿Por qué existe esta falsa creencia?
El responsable es el cloro que se utiliza en la mayoría de las piscinas para mantener el agua libre de hongos y bacterias. El problema es que para mantener una cantidad de agua tan grande como la que hay en una piscina completamente desinfectada se tiene que utilizar una cantidad de cloro considerable.
El agua tiene un pH mayor que la piel, más aún tras añadir el cloro, por lo que puede resecar e irritar la piel; de ahí que se nos pongan los ojos rojos si los abrimos dentro del agua. Es por esto por lo que resulta básico darse una ducha posteriormente al baño, para retirar el agua con cloro de la piscina.
Las pieles más delicadas se ven aún más afectadas por el cloro, que puede alterar e incluso eliminar la capa protectora de la piel, provocando:
- picor,
- rojez,
- o la aparición de un brote de dermatitis.
¿Qué podemos hacer para evitar los efectos del cloro en la piel?
Como decíamos, para evitar los efectos del cloro es importante tomar una ducha después del baño para eliminarlo, pero también lo es tomar una ducha previa al baño, ya que así eliminaremos las cremas y desodorantes que llevamos y que pueden reaccionar con el cloro presente en la piscina, generando sustancias más nocivas para la piel que el mismo cloro.
Además de la ducha posterior, también es recomendable, como decíamos al principio, la aplicación de una crema hidratante, como la crema Multilind® con microplata, que contrarreste los efectos indeseables del agua de la piscina. Solo en caso de sufrir un brote grave se deberá interrumpir temporalmente esta actividad, esperando hasta que la piel mejore para poder retomar esta actividad tan saludable y refrescante.
Algunas personas con piel atópica pueden sentir cierto escozor o picor al bañarse en una piscina clorada. Si esta sensación persiste y es demasiado molesta, lo mejor será buscar piscinas que usen sistemas alternativos para desinfectar el agua o ir a nadar al mar, en un lago, un embalse, etc.
Proteger a los niños del cloro en la piel
Como sabemos, es más frecuente la dermatitis atópica en los niños que en los adultos.
Así pues, conviene tomar ciertas precauciones si sabemos que los pequeños de la casa tienen piel atópica y estar atentos a cualquier manifestación que nos pueda indicar que está empezando un brote para mantenerlos alejados del agua de la piscina mientras dure el brote.
El resto del tiempo no hay problema en que los niños disfruten de la piscina como cualquier otro niño.
Algunas cosas que podemos hacer para facilitar que los más peques sigan disfrutando de la piscina son:
- Antes de que se metan en el agua, aplícales una crema hidratante apta para pieles atópicas. Esto creará una película de protección sobre su piel.
- Inmediatamente después de la piscina, elimina los restos de agua de la piscina con una ducha o baño de agua templada.
- Tras la ducha sécales la piel suavemente con una toalla dejando un poco de agua sobre la piel y aplica de nuevo crema hidratante sobre la piel mientras aún está ligeramente húmeda.
La natación es un ejercicio físico muy positivo para la salud, independientemente de la edad y no hay razón para que las personas con piel atópica no puedan disfrutar de la piscina.