Indice de contenidos
La idiosincrasia de la piel en la dermatitis atópica determina una serie de características que originan los síntomas de la piel atópica como la sequedad y el picor. La piel atópica tiene alterada la función de la barrera epidérmica y eso no es una cuestión menor, pues va a tener influencia en la aparición de otros problemas.
El picor en la piel origina rascado. El rascado castiga todavía más la barrera epidérmica y la hace más vulnerable a otros procesos, como las infecciones de todo tipo. Las infecciones pueden ser de todo tipo: bacterianas, víricas u hongos.
Principales infecciones en la piel
Staphylococcus aureus
Quizá sean las infecciones uno de los principales problemas de la piel del niño atópico. La presencia de la bacteria S. aureus en la piel atópica es prácticamente constante. Esa colonización y las toxinas que el germen tiene hacen que se agraven y se mantengan las lesiones en la piel de forma crónica.
Si la colonización va un poco más allá, se produce infección de la piel y entonces las lesiones cambiarán su aspecto, pueden supurar y ser más difíciles de curar y tienen posibilidad de extenderse y afectar no solo a la piel con eccemas sino también al resto de piel en mejor estado. Las lesiones infectadas necesitan tratamiento antibiótico, a veces tópico o local y otras veces tratamiento oral o en casos muy severos, incluso endovenoso.
Moluscos en la piel de los niños: Molluscum contagiosum
El molluscum es otra infección muy característica de los niños atópicos. Son lesiones similares a verrugas, que se pueden extender por una parte importante de la piel. El mecanismo de contagio no está muy claro, pero parece producirse a través del agua de las piscinas o en momentos relacionados con la actividad acuática. Se puede decir que es una infección casi exclusiva de los niños atópicos. Las características de la piel atópica, deshidratada y con la barrera lipídica alterada, favorecen la infección.
La presencia de molluscum es bastante engorrosa, puesto que la diseminación de las lesiones es frecuente. Aunque dejada a su evolución, la infección suele autolimitarse en unos meses, la cantidad de lesiones que pueden aparecer puede ser muy numerosa.
No solo es una infección un poco “antiestética”: cuando tienen molluscum, los niños son excluidos de poder realizar natación. Además el rascado puede provocar sangrado y sobreinfección por S. aureus u otros gérmenes.
Por todo ello, la mayoría de especialistas optan por la extracción de los molluscum, de forma física con una especie de cucharilla o aplicando algunos productos tópicamente. Aunque no es extraño que durante una temporada vuelvan a reaparecer de forma recurrente siendo un problema recurrente para algunas familias.
Dra. Amalia Arce
- Primeros productos para el cuidado de tu bebé - 15 diciembre, 2021
- ¿La dermatitis atópica es una enfermedad hereditaria? - 13 diciembre, 2021
- Masajes para niños con dermatitis atópica - 20 octubre, 2021